lunes, 30 de abril de 2007

Hirundo rustica, rara avis

Oreneta. (Foto: Isaías Fanlo.)

Son quizás el mayor símbolo del advenimiento de la primavera ("Volverán las oscuras golondrinas...", escribió Gustavo Adolfo Bécquer, autor de versos que uno suele memorizar entre los quince y los diecisiete años). Llegan cada año, con el buen tiempo, procedentes de África, y en los pueblos suelen ser señal de buena suerte. Son las golondrinas.

En Barcelona nidifican dos especies de golondrina: el avión común (Delichon urbica en latín; en català, oreneta cuablanca) y la golondrina común (Hirundo rustica; en la llengua del pa amb tomàquet i la calçotada, oreneta comú).

En casa nos visita, desde hace cinco años, una familia de hirundo rusticae. Ya deben de ir por la segunda o la tercera generación, pero como son animales fieles, regresan cada año (yo lo que no entiendo es que sean capaces de encontrar nuestra galería desde África sin perderse). Y nuestra galería se llena de cantos, de pollitos, de cacas que limpiamos con esmero.

Hace un par de días le saqué esta foto a una de las golondrinas. Creo que era el macho, porque canturreaba que era un contento, y en época de celo suelen hacerlo para seducir a las hembras. Así pues, dentro de unos días ya me veo con una nueva generación de pollitos por aquí...

Para aquellas personas interesadas, existe en Barcelona un proyecto dedicado a censar y a facilitar la conservación de la población de golondrinas en la ciudad (que, a falta de barro para construir sus nidos, ha menguado de forma considerable). Se llama Projecte Oreneta, y todo el mundo está invitado a colaborar.

Más información:
-http://www.asgalanthus.org/CAT/projectes_oreneta.php (web del Projecte Oreneta)
-http://www.elperiodico.cat/default.asp?idpublicacio_PK=46&idioma=CAT&idnoticia_PK=352627&idseccio_PK=1022 (noticia en El Periódico por la que me enteré, el año pasado, del proyecto)

jueves, 26 de abril de 2007

¿+S03+? ¿+EOS+?

+S03+. (Foto: Isaías Fanlo.)

martes, 24 de abril de 2007

Torre Agbar

Torre Agbar. (Foto: Isaías Fanlo.)

Vuelvo a las fotografías urbanas con el retrato parcial de uno de los símbolos de la Barcelona del siglo XXI: la Torre Agbar de la Plaça de les Glòries.

Este rascacielos de 142 metros es obra del arquitecto francés Jean Nouvel (autor de edificios preciosos como el Institut du Monde Arabe de París y de auténticos desastres, a mi gusto, como la remodelación del Centro de Arte Reina Sofía de Madrid). Nouvel, que nunca deja indiferente, se inspiró en las curvas y torres gaudinianas que pueden verse, por ejemplo, en la Sagrada Família, para construir un edificio que, pese a su indudable originalidad, se adaptara al skyline de la ciudad. La torre también recuerda a un gheiser, y no en vano la empresa propietaria del edificio es Aguas de Barcelona.

Como todo edificio singular, la Torre Agbar despertó, desde el primer momento, amor y odio. Hay quien dice que tiene forma de consolador y que es obsceno, y hay quien admira la plasticidad, las formas y los colores de la torre. Yo me cuento entre los segundos. En cualquier caso, la Torre Agbar ya está plenamente integrada al paisaje urbano, y su iluminación nocturna es una atracción más para turistas y ciudadanos.

Como trabajo bastante cerca del edificio, tomé esta foto hace unos días, a la hora de comer. Fui con mi Canon y con la LCA a tomar algunas instantáneas, y ésta fue una de las que más me gustó. Aunque espero poder colgar algunas más.

Referencias:
-Página web de la Torre Agbar.

lunes, 23 de abril de 2007

Sant Jordi

Lucía y Mingo. (Foto: Isaías Fanlo.)
Hoy es Sant Jordi, día del libro (y de la rosa), gran celebración aquí en Catalunya. Ayer estuve en varias fiestas literarias (gages de estar metido en el mundo editorial y de haber sido un autor precoz) de esas que se montan alrededor de este día, con glamour, al menos supuestamente, y con personalidades del mundo de la cultura. Este año he ido cargado con la cámara, pero no he tirado casi ninguna foto... un salón de hotel hacinado de gente, acalorada y sin una idea clara de lo que hacer, no me sugería nada.
La única foto que me pareció interesante fue ésta, tomada en un salón del Ritz, de mi amigo Mingo Ràfols (con un premio a su trayectoria como actor), y la escritora o escribiente Lucía Etxebarría. En fin, ¡feliz Sant Jordi!

domingo, 22 de abril de 2007

Nena al CaixaFòrum

Nena al CaixaFòrum. (Foto: Isaías Fanlo)

Todavía sorprendido por los excelentes resultados que me ha dado, desde el primer momento, el revelado digital o RAW, lo que matiza mis opiniones al respecto (que se pueden ver unos posts más abajo). Así pues, creo que me decanto por:

-Raw cuando quiera hacer fotografía más "seria".
-Jpg cuando haga reportajes familiares y cosas que sé que nunca voy a enseñar.

Parece mentira, pero para conseguir una foto como ésta no he tenido más que utilizar el Raw. Todavía patidifuso!

viernes, 20 de abril de 2007

Mika: una revelación

Renata pop. (Foto: Isaías Fanl0.)


Cuelgo esta foto que le hice a mi hermana, a mis botas y a la perrita de la vecina del 5º piso de Lleida, porque el colorido, la saturación y su composición, a medio camino entre lo artificial (la pose y la mirada de mi hermana) y lo espontáneo (la actitud de la perrita) me hicieron pensar, desde el primer momento, que podía ser una imagen absolutamente pop.

*


Me gusta una de las últimas tendencias de algunos músicos que se inscriben en el estilo pop: la formación sòlida, en conservatorios y escuelas de prestigio, un gusto por lo heterogéneo, desde la chanson hasta lo indie, muchísimo sentido musical, algo de gamberrismo en su música y en el juego con los géneros... y un resultado siempre chocante. El primero de este tipo de músicos que me gustó fue Rufus Wainwright, a quien descubrí estando en Canadá, su país natal. Me gustaba la base de sus canciones, muy clásica, y su combinación con unas letras definitvamente queer, gamberras y algunas de ellas tremendamente gays (una de ellas, por ejemplo, habla de una versión gay de Jesucristo, ni más ni menos...).

El último descubrimiento, a la altura del gran Rufus, es Mika, un joven libanés de 23 años que ha conseguido crearse un estilo musical propio a partir de influencias absolutamente heterogéneas: desde Freddie Mercury (a quien cita en su primer single, Grace Kelly, el último exitazo en Londres) hasta Serge Gainsbourg, pasando por el mismo Rufus, Scissor Sisters o la música discotequera de los años setenta y ochenta.

La historia de Mika es fascinante, y sirve para alimentar el "mito" y para no trivializar excesivamente su música. De pequeño, su familia tuvo que huir de la Guerra del Líbano, pasó por Kuwait, París, y, no sin dificultades, acabó instalándose en Londres. El pequeño Mika tuvo serios problemas de adaptación (pasó un tiempo sin hablar), y se volcó en la música ya desde los nueve años. Es una historia de numerosos tropiezos y fracasos, pero también de lucha infatigable por llegar a ser alguien en el mundo de la música. Y, por lo visto, lo va a conseguir: su primer disco, Life in Cartoon Motion, es un auténtico exitazo. Merecido, sin duda.

La música de Mika tiene una base sólida (él mismo es un virtuoso del piano), y su voz recuerda a la de Freddie Mercury a veces, con un falsete excepcional que aprovecha a fondo. La mayoría de sus canciones son alegres y despreocupadas, como la fantástica Grace Kelly o Lollipop, pero también tiene baladas y canciones más profundas, como por ejemplo Any Other World, que empieza y acaba con un testimonio terrible sobre la Guerra del Líbano. En fin, un descubrimiento muy interesante. ¡Gracias, Jose, por compartirlo conmigo!

Algunas referencias
-Página web de Rufus Wainwright.
-Artículo sobre Mika en El País.
-Página de MySpace de Mika (donde podréis escuchar algunas de sus canciones).
-Página web de Mika.

jueves, 19 de abril de 2007

Ramon





Ramon. (Fotos: Isaías Fanlo)
A veces encontramos algunos de nuestros mejores modelos en la familia. Varias fotos tomadas recientemente a Ramon.
Nota: Nada que ver con la fotografía, pero que nadie, ni siquiera los que no siguen el fútbol, se pierda el golazo de Lionel Messi ayer contra el Getafe (5-2 y semifinal de copa encarrilada). Una obra de arte como la copa de un pino, como Madame Bovary de Flaubert, La rendición de Breda de Velázquez o la Sinfonía VII de Shostakóvich. Impresionante, de otro planeta. ¡Força Barça... y gracias, Leo!

martes, 17 de abril de 2007

Un cuervo sobre la nieve (o el instante decisivo)

Dimoni. (Foto: Isaías Fanlo.)

¿Medición de luz matricial o medición de luz puntual? He aquí otro de los debates que surgieron en el seminario organizado por Canonistas el sábado pasado. El tema no es sencillo: se trata de elegir de qué modo podemos calcular la luz que va a entrar en nuestra fotografía.

Por supuesto, como en todo tema controvertido, surgieron opiniones diferentes. había quien opinaba que la medición puntual daba una idea más precisa de la luz que entra en la imagen, y en cambio, había quien pensaba que era mucho más sencillo y eficaz optar por la matricial (que calcula, si no me equivoco, un 68% de la luz de la imagen que entra en los milímetros centrales del encuadre que decidamos).

Uno de los partidarios de la puntual, llegados a este punto, puso un ejemplo:

-Pero vamos a ver, ¿qué pasaría si vamos por la montaña y vemos a un cuervo negro sobre la nieve y queremos hacerle una foto? Si utilizamos la matricial, el cuervo no saldría, porque la nieve saldría gris, o el cuervo más pálido, según donde midiéramos.

-Ni el cuervo es negro, ni la nieve blanca -respondió uno de los partidarios de la matricial.

-Estamos ante un caso extremo -respondió otro.

Mientras tanto, yo me planteaba hasta qué punto estamos siendo ultraperfeccionistas con los requisitos técnicos de la fotografía, sometiendo la creatividad a esta infinidad de parámetros para, finalmente, aniquilarla. Porque no podía evitar imaginarme a toda aquella gente subiendo por el Aneto, la Pica d'Estats, el Teide o el Mulhacén, bien cargaditos con sus Canon y la ristra de objetivos y complementos (por supuesto, flashes diversos, filtros y el trípode que no falte). Agotados de cargar tanto peso, porque los 'Copitos', que es como se conocen popularmente los teleobjetivos de color blanco, pesan lo suyo.

Pues bien, en esas circunstancias, ¡oh sorpresa! Un cuervo sobre la nieve. En primer lugar... ¿es interesante fotografiar el motivo del cuervo? ¿De veras? Según como se mire, me imagino. Pero en fin, pensemos que se trata tan sólo de un ejemplo. Así pues, el intrépido fotógrafo se acerca a una distancia prudencial, y comienza a preparar la foto. Hagamos una lista de lo que va a tener que hacer antes de apretar el disparador:

Montar el trípode (que para algo lo hemos subido

Escoger un filtro

Plantearse el dilema: medición de luz matricial o puntual

Elegir un diafragma (porque todo buen fotógrafo debe de calcularlo de forma manual)

Elegir una velocidad (idem)

Disparar

En definitiva, seis pasos para conseguir la foto. Un montón de segundos. Y ahora es el momento de plantearse: ¿estará el cuervo posando a la espera de que hagamos todos los pasos y disparemos? ¿O más bien nos habrá dirigido una mirada indiferente antes de levantar el vuelo y arruinarnos la foto que queríamos tomar?

Mi opinión es que, más allá de paisajes, macros y fotografía a elementos inmóviles, hay situaciones en las que tenemos que hacer todo lo posible para disparar cuanto antes. Porque si nos planteamos en exceso la cuestión, zas, el momento mágico se habrá acabado, habremos perdido ese instante decisivo que hizo célebre Cartier-Bresson. No sé si el maestro hubiera podido capturar ésta imagen en la estación de St. Lazare de París si hubiera tratado de adecuar su Leica a las condiciones lumínicas, de foco, de diafragma adecuadas. Técnicamente, la foto es mejorable, pero en ese caso posiblemente hubiéramos perdido una de sus mejores fotos.
Estoy siendo algo radical. Quizás lo mejor sea buscar un equilibrio entre técnica e intuición. Por supuesto, siempre tenemos que acercarnos al máximo a la mejor foto posible, pero a veces tenemos que arriesgarnos a tomar una foto con ruido o con unas condiciones no tan buenas para en cambio lograr un momento mágico.
Por eso al principio de este post he colgado la foto del dimoni, tomada en la fiesta mayor de otoño de Lleida, el pasado mes de septiembre. Si me hubiera parado a buscar la mejor obertura de diafragma, una buena medición de luz, etc., no hubiera tenido la suerte de tomar esta imagen, que si bien técnicamente se puede criticar (sensibilidad muy alta, tomada en modo semi-automático), es una de las imágenes de las que estoy más orgulloso.
¿Por qué? Pues porque fue un golpe de suerte: el diablo acababa de subirse a un bordillo para encender la enorme bengala. Disparé justo en el momento en el que el fuego había prendido y las chispas empezaban a salir, de modo que parece una auténtica palmera de luz. Todos los personajes de la imagen están bailando, protegiéndose del fuego, entre la humareda provocada por los petardos. Todos de espaldas, no hay nadie que muestre su rostro... excepto los dos protagonistas de la foto: el dimoni, con su mirada confiada e incisiva, y la chica en diagonal, que le observa, apoyada en una valla, con ternura y admiración. Si clicais sobre la imagen la veréis más grande y mejor.
En definitiva, un instante, sólo un instante en el que todo coincide: las miradas, la diagonal en la composición, el fuego, el humo, la gente de espaldas... Y sin trípode, ni medición puntual, ni quebraderos de cabeza con diafragma y obturación. A veces, es posible que valga la pena arriesgarse a no tomar la foto más depurada técnicamente. Quizás, gracias a eso, tomemos una buena foto.

domingo, 15 de abril de 2007

To Raw or not to Raw?

Dos nens. (Foto: Isaías Fanlo)

¿Raw o no Raw? Ésa es la cuestión, al menos hoy.

Ayer, amablemente invitado por el informático de la empresa donde trabajo, estuve en un seminario informal de fotografía organizado por el activo y testarudo colectivo de Canonistas. Y me di cuenta de que muchas de las cosas que tendría que hacer no las hago (ay mísero de mí). Uno de los temas en el cual se hacía hincapié era que jamás de los jamases, si uno quería hacer fotografía seria, se tenía que fotografiar en formatos como .jpg o .jpeg. El formato obligatorio sería, en estos casos, el Raw, que conserva toda la información de la imagen y que permite la edición en Photoshop sin que se pierda calidad de forma progresiva, como es el caso del celebérrimo .jpg, que actúa, digamos, como una fotocopiadora: a medida que vas editando, se va perdiendo más información.

Bueno, por mi parte, cuando pienso en las fotografías que he hecho desde que me compré la Canon EOS 350D, en septiembre, todas ellas en la miseria .jpg, no puedo creerme que algunas imágenes de las que me siento satisfecho no sirvan más que para ser expuestas en bajo formato. ¡Si algunas las he ampliado en laboratorio y han quedado la mar de bien! ¿Que a lo mejor mi ojo no es suficientemente clínico como para detectar las taras? Bueno, pues de momento no lo sé.

La cuestión es que el Raw no es un formato tan perfecto (si no, sería el que todo el mundo usaría para hacer fotos de forma indiscutible): pesa mucho más que el .jpg, lo que dificulta, a no ser que uno tenga un súper ordenador, la edición de las imágenes; no se puede leer con todos los programas (con el Photoshop cs2 no hay problema, pero claro, si uno no lo tiene...); los laboratorios no trabajan con él...

En fin, que la cosa no está tan clara. ¿Raw o no Raw?

viernes, 13 de abril de 2007

Nen plorant

Nen plorant. (Foto: Isaías Fanlo.)

jueves, 12 de abril de 2007

Sobre Joan Colom

Carrer del Raval. (Foto: Isaías Fanlo.)

Perdiéndome en el blog de Toni B. (Subjectes, ver en mis favoritos), me he dado cuenta de que existen varias coincidencias temáticas y formales entre los dos blogs. Aparte de haber tirado fotos en las mismas calles el mismo día (ésta suya y ésta otra mía, por poner sólo un ejemplo), ha habido una foto, tomada en el raval, que me ha motivado a colgar ésta que véis en la entrada. La imagen de Toni (ver) es la de un inmigrante en contrapicado, tomada de forma furtiva en un disparo desde la cadera y sin mirar, como si no estuviéramos usando la cámara -lo que, por cierto, en este tipo de situaciones suele ahorrarte más de un disgusto-.

Ésta técnica, que exige una cierta práctica para dominar los encuadres sin mirar, y una indudable puntería para saber dónde estamos tomando la foto, existe desde hace mucho tiempo, y hay quien la practica de forma intuítiva (yo, por ejemplo, cuando tenía mi Olympus). De todos modos, quien la popularizó, en los años sesenta, fue el fotógrafo Joan Colom.

Joan Colom nació en Barcelona, donde todavía reside, y se inició tarde en el mundo de la fotografía, a los 36 años. Su primera exposición tuvo lugar en 1961, y le reportó fama y prestigio inmediatos entre los fotógrafos de toda España. Colom era el primer fotógrafo aficionado con suficiente ambición como para aceptar el reto de un fotoreportaje. Sus imágenes, tomadas todas en el Barrio Chino de manera furtiva, sin que sus modelos se enterasen, transmitían una naturalidad y una espontaneidad inéditas hasta el momento. Además, la capacidad de Colom para captar el momento preciso era indudable, así que no tardó en recibir encargos de más reportajes. El momento de gloria de la fotografía de Colom fue la publicación del libro Izas, Rabizas y Colipoterras, con fotografías suyas y textos de Camilo José Cela. Se puede decir que, aunque al fotógrafo nunca le llegó a gustar el libro (él tenía la idea de textos inspirados en las fotos, y Cela escribió una prosa excesivamente dramática y morbosa, nada que ver con la joie de vivre de la mayoría de las imágenes de Colom, habitadas por niños, prostitutas, matronas y marineros), la brevísima carrera de Joan Colom murió de éxito, porque, debido a los problemas que le causó la denuncia de una de las prostitutas retratadas en su libro, decidió abandonar la fotografía profesional en 1964.

Eso sí, desde entonces nunca ha dejado de tomar fotografías (algunas de ellas, de los últimos cinco años y en color, pero siempre en el Chino, fueron expuestas en el Museu d'Història de la Ciutat de Barcelona el año pasado, en la exposición 'Barcelona fotografia'), y su prestigio se ha mantenido, si no ha aumentado: le han dedicado exposiciones y retrospectivas en multitud de museos e instituciones, como por ejemplo el MNAC o la Fundación Henri Cartier-Bresson, y los es considerado uno de los grandes.

Yo tengo varias fotografías tomadas mediante el 'método Colom' (es decir, disparando sin mirar, como si no estuvieras haciendo la foto), también tomadas en el Raval, el 'Chino' de la Barcelona post-olímpica, más de diseño y menos conflictivo, pero aún con, como diría Salvador Espriu, "una engruna d'autèntica llum". Curiosamente, muchas de estas fotografías las tomé sin conocer todavía a Joan Colom y a su método, lo que hizo que mi descubrimiento de sus imágenes, en una exposición organizada por la Fundación Caja de Madrid en su sede de la Plaça de Catalunya, me resultara a la vez inquietante y enormemente satisfactorio.

Dedicada a Joan Colom (a quien, por cierto, me encantaría conocer personalmente) y a Toni Bernat, esta foto, que no es de las más representativas de la técnica (no las tengo a mano, ya colgaré alguna más), pero que me gusta, personalmente.

(Un ejemplo de fotografía de Joan Colom aquí)

miércoles, 11 de abril de 2007

Ana

Ana. (Foto: Isaías Fanlo)

No sé por qué he elegido esta foto como el primer retrato que cuelgo en mi blog. Tuve que hacerla con una sensibilidad altísima (ISO 1.600) porque había muy poca luz, aunque pude añadirle a la niña la luz de una lámpara (por eso el contraste lumínico en la imagen, especialmente en la cara del bebé). Ciertamente, empiezo con este retrato porque la foto me gusta, y no deja de tener su mérito haberle hecho una foto así con tan pocos recursos. Pero la modelo es excepcional, jeje, y creo que la luz, la composición y la expresión han quedado bonitas.

No soy un fanático de la técnica. Ni siquiera conozco a fondo los diversos objetivos de Canon, lo cual me genera un problema a corto plazo, porque quiero comprarme un objetivo mejor que el que tengo -el 18-55 que viene por defecto con la cámara- y necesito informarme. Soy un fotógrafo más bien intuitivo, que cuando puede va mejorando su técnica. Mi objetivo es ir conociendo cada día un poco más. ¡Y dejar que la suerte me sonría de vez en cuando con una buena foto!

Aeroport

Aeroport. (Foto: Isaías Fanlo)

Vida anónima en la enorme Terminal 4 del Aeropuerto de Barajas (Madrid), un día cualquiera de 2007.

lunes, 9 de abril de 2007

Guggenheim

Guggenheim. (Foto: Isaías Fanlo)

Ya he regresado del viaje a Lyón. Evidentemente, la fotografía que cuelgo hoy no está tomada allí, sino en Bilbao, en un viaje anterior. Dentro de una semana, en Bilbao se celebra la ceremonia de entrega de los Max de teatro, y con esta imagen espero desear suerte a dos de los nominados. ¡Ojalá en siete días pueda ver y tocar al menos una de las manzanitas con antifaz! Molta merda!

Respecto a la foto... en mi opinión (no es nada original) el edificio de Gehry es extraordinario. De hecho, es tan excepcional que acostumbra a repercutir en contra del contenido del propio museo. De todas las veces que he estado en Bilbao, sólo ha habido una exposición (una selección de lo mejorcito del Guggen padre, el de Nueva York) que justificara lo que vale la entrada al museo. El problema no es excepcional: otros museos como el MACBA en Barcelona (entrada anterior) han tenido que "luchar" contra la poderosa imagen del continente y organizar exposiciones temporales con un cierto empaque.

La foto está tomada con mi antingua cámara, una Olympus compacta digital, que a veces ofrecía un rendimiento fantástico. Una cámara que ahora descansa en el fondo del Tajo, a su paso por Lisboa.

miércoles, 4 de abril de 2007

MACBA

MACBA. (Foto: Isaías Fanlo.)

Esta fotografía está tomada de noche, con el Fisheye. El efecto del ojo de pez puede resultar algo cansino si se abusa de él, pero en según qué contextos es interesante. En este caso, opté por esta lente porque, uno, al tener un mayor ángulo de abertura capta mejor la luz (lo que se agradece en fotografía nocturna y sin trípode), y dos, ofrece una perspectiva original y dinámica de un edificio tan conocido como el del Museu d'Art Contemporani de Barcelona (MACBA), de Richard Meyers, una de las perlas de la arquitectura moderna de la ciudad.

Me voy a pasar unos días a Lyón, Francia, y por lo tanto el blog queda congelado durante cuatro días. Siempre es bueno escuchar otras voces y visitar otros ámbitos... y además, hace ya casi un año que no salgo de la península (estuve en Portugal en verano, pero nuestros vecinos también comparten la península). La última vez que estuve en territorio extrapeninsular fue, lo recuerdo bien, el 17 de mayo de 2006, cuando peregriné a París, junto a mi padre y otros 50.000 culers, a ver cómo el Barça se proclamaba por segunda vez campeón de Europa de fútbol.

martes, 3 de abril de 2007

Gent de la Rambla (II)

Estàtues vivents. (Foto: Isaías Fanlo)

Gent de la Rambla (I)

Pallasso. (Foto: Isaías Fanlo.)


Triste como un payaso de la Rambla.

lunes, 2 de abril de 2007

Habitantes del Mas (I)

Finde. (Foto: Isaías Fanlo.)

Parte de mi vida transcurre en una casa de campo (mas, en catalán), situada en Les Borges del Camp, un pueblecillo cerca de Reus (Tarragona). Allí acudo cada vez que necesito algo de calma.

El Mas Pahí está habitado por multitud de historias, de personas y de animales. Y también de fantasmas. Espero algún día poder ir explicando algunas de ellas.

Uno de los rincones más preciosos del mas es este paseo, que conduce a la pequeña esplanada frente a la casa. Y en esta imagen (tirada con mi LCA+, con carrete de diapositiva y revelado cruzado) se puede ver, atravesando el paseo, a Finde, uno de los tres perros que viven en la casa. Finde es el más reciente de ellos, aunque también el más anciano. Este pastor alemán llegó al mas hace un año, más o menos, probablemente escapado de algún amo que le maltrataba, porque, aunque ya nos trata con cariño y confianza, era terriblemente huidizo y miedoso.

De vez en cuando se pasea cabizbajo y solitario por los terrenos de la finca. En ésas andaba cuando le hice la foto.

domingo, 1 de abril de 2007

Badalona

Badalona. (Foto: Isaías Fanlo.)

Un experimento exitoso de fotografía nocturna.