Cuando regresó de tomar un vaso de agua, se dió cuenta de que Pelota, la gata culta, había subido a la mesa para leer el libro. Así se estuvo unos minutos, hasta que se cansó y regresó a su cojín preferido, donde estuvo retozando unas horas más, agotada por el esfuerzo intelectual.
martes, 16 de octubre de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Esto es una señal que en barcelona hay esperanza y nos aleja del-fin del humanismo habria que plantearse seriamente el cruce entre gatos y humanos.
¡Mira! lo podemos juntar con mi cocker lectora de Lengua de Trapo (mucho menos sofisticada a la hora de la lectura,nada de atriles, pero más comodona, en la cama)y mi gata lectora compulsiva como su ama.
Saludos y grcaias por la sonrisa tocayo.
Grande Pelota! O que quererá dizer aquele olhar de suspeição? Aposto que diz "Vai-te daqui com essa maquininha infernal, deixa-me ler em paz..." Hahahaha!, grande Pelota!
Um beijo :)
Me encanta la foto y me encantan los gatos, convivo con uno y es una delicia. Asombra ver que un animal tan pequeño tenga tanta "inteligencia".
Publicar un comentario