martes, 19 de mayo de 2009

Haciendo pruebas (II)

Julien. Barcelona, 2009. (Foto: Isaías Fanlo.)

BSO de hoy: "Allí donde solíamos gritar", el próximo single del disco 1999, de Love of Lesbian. El videoclip, también hecho por Lyona (que a su vez ya firmó el primer clip, "Club de fans de John Boy", y el diseño de todo el disco) es muy inteligente y evoca la historia que traspasa todas las pistas del CD.

Porque uno de los (muchos) puntos fuertes de 1999, que lleva como subtítulo (o cómo generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la luna), es que tiene un carácter unitario que difículmente puede verse en otros trabajos. Las canciones se pueden oir por separado, por supuesto, pero juntas confinguran una historia, la historia de Carles y Marina, que en 2009 evocan la turbulenta historia que vivieron diez años atrás. Desde la euforia inicial, en noches de concierto viendo a John Boy y desafiando a "Las malas lenguas", que no les dan más que unos días juntos, hasta los celos, las crisis ("El ectoplasta", "Segundo asalto"), la reconciliación ("Incendios de nieve"), las peleas ("Cuando diga ya"), y una agridulce vuelta a la "libertad" ("Miau"). Las canciones que abren y cierran el disco se sitúan en el presente, y son una mirada al pasado: la primera, que es la que tenemos aquí abajo, nos abre la puerta a la historia, y la segunda, "2009. Voy a romper las ventanas" nos invita a volver a empezar.

Me cuesta decir cuál de los tres discos en castellano que lleva Love of Lesbian es mejor. Los tres son muy buenos. Maniobras de escapismo rebosa frescura, es muy completo y tiene hitazos como "Houston, tenemos un poema" y "Música de ascensores". Cuentos chinos para niños del Japón es más irregular pero tiene la mejor canción que hasta ahora ha hecho el grupo liderado por Santi Balmes: "Universos infinitos", cuyo videoclip colgué por aquí hace un tiempo. Y éste úlitmo, 1999, es el más ambicioso y compacto, y me gustan todas las canciones, no desde el principio, cierto, pero al final todas me han acabado cautivando. "Allí donde solíamos gritar", la canción que adjunto al final de la entrada, es, para mí, la mejor del disco.

En cualquier caso, tengo la convicción de que este disco va a acabar siendo disco de cabecera de mucha, muchísima gente, y sin duda uno de los mejores discos sacados en este país en los últimos años. Indispensable en cualquier discografía que se precie, tanto por la calidad de las canciones como por el magnífico libreto que lo acompaña (de modo que nada de piratería: creo que pese a la crisis podemos gastarnos 14 euros en comprarlo y ayudar de paso a la industria discográfica independiente).

Os dejo con la historia de Carles y Marina:

1 comentario:

Isabel Huete dijo...

Pues no sé qué me gusta más si el disco o tu foto... Ambos geniales.
Besitos.