viernes, 1 de mayo de 2009

Benidorm monumental

Benidorm, 2009. (Foto: Isaías Fanlo.)

El azar nos deparó la posibilidad de visitar Benidorm en unas circunstancias excepcionales. Marc tenía un bolo de su espectáculo sobre Manolo Escobar, y a uno no se le presenta a menudo la posibilidad de plantarse en la que podríamos denominar la capital del desarrollismo con un motivo razonable para ir y encima con la banda sonora por antonomasia en carne y hueso. Así que nos montamos el viaje.

Me cuesta mucho decir que Benidorm, simplemente, es fea. Desde luego, no es bonita, ni mucho menos, no me refiero a eso. Pero su apuesta por el Exceso, así con E mayúscula, llevado hasta sus últimas consecuencias, su afán por construir rascacielos (más del 75% de los edificios de más de 20 pisos de España están aquí), que hayan seguido estas directrices hasta sus últimas consecuencias, hace que la ciudad vaya más allá, pero mucho más, de la dupla bonita-fea. Es algo que ya no tiene nada que ver, algo que por excesivo ha de crear una nueva categoría para definirlo. Por eso, a la vez, repele y atrae con un magnetismo multicolor y cutre, un poco como las fotografías de Martin Parr (o como algunas muestras de "cultura basura").

¿Quién visita Benidorm? La taxonomía del turista del Manhattan español se puede dividir en tres grupos:
1) Persona de sesenta y cinco años adelante, hombre o mujer por igual, inglés o español por igual, que acude a la ciudad siguiendo la llamada del imserso, o quizás una especie de instinto atávico por evitar los fríos británicos y concentrarse a la sombra de los rascacielos feístas. A esta gente se la ve, en parejas o en grupo, a paso lento por el paseo marítimo o reptando en la playa, con vestidos de mala calidad, estampados generalmente a flores (ellas) o lisos y con combinaciones insólitas de colores (ellos). Una buena manera de distinguir la subespecie inglesa y la española es el color de su piel: el español, moreno; el inglés, rojo gamba.
2) Persona de veinticinco a cincuenta años, hombre, británico, que viene con sus amigotes de pub a celebrar la despedida de soltero de un miembro de la manada. Se les puede ver por las tardes, generalmente en un considerable estado etílico, en los pubs o las tabernas de toda la ciudad, viendo partidos de fútbol (muchos de ellos al estilo Hull-Sunderland), y por las noches, ya perdidamente borrachos y siempre acompañados de una pinta de cerveza, en los espectáculos del barrio inglés, de los que hablaremos más tarde. Por la mañana, podemos encontrar al joven británico tostándose o directamente quemándose, durmiendo la mona en la playa, entre vasos vacíos, camisetas, objetos no identificables y quizás algún vómito. El grupo de hombres se distingue, por lo general, porque siempre puede avistarse uno o dos miembros del grupo como mínimo transvestido como mujer (o quizás mejor, transexual).
3) Persona de veinticinco a cincuenta años, mujer, británica, que viene con sus amigas de trabajo o de escuela a celebrar la despedida de soltero de una integrante de la manada. Por lo visto, resulta más barato y exótico tomar un vuelo de Ryanair o Virgin de Londres o Cardiff hasta Alicante, alquilar alguna habitación de hotel-colmena y emborracharse que pasar la despedida en Inglaterra, Gales o Escocia. Se puede avistar a la mujer británica en los mismos lugares que al joven británico, pero atención, los dos grupos nunca se mezclan hasta pasada la medianoche, cuando el nivel etílico es tan alto que uno no puede saber si está con un amigo transvestido o con una desconocida. En el caso de las mujeres, el atuendo suele ser diferente (lo que no deja de resultar curioso cuando los hombres se empecinan en imitar la que se supone tendría que ser su manera de vestir). Las británicas jóvenes, en Benidorm, buscan elegancia. Una elegancia a lo Victoria Beckham, que hallan en las tiendas chinas o en los todo a cien. Gafas de sol compradas en la playa, faldas cortas, mirada severa, barbilla enhiesta y un aire de autosuficiencia que resulta indispensable para entrar en el papel. Mientras, el subgrupo de británicas más mayores (las de más de treinta y cinco / cuarenta) busca un vestido largo, en un 98% de los casos estampado con insólitos motivos florales. Pueden distinguirse porque, juntas, parecen un muestrario de papel de pared (wallpaper) ambulante.

La cultura en Benidorm consiste fundamentalmente en acudir a los espectáculos nocturnos, que están a la altura de la oferta urbanística de la ciudad. En las tabernas, a partir de la tarde y hasta las dos o las tres de la madrugada, cada hora pueden verse espectáculos de cabaret, que consisten, fundamentalmente, en homenajes a grupos de pop y a películas y también en números de humor. Por ejemplo (casos reales): Francisco Jackson (que se autoproclama imitador oficial de Michael Jackson en España), Tributo a Abba, Tributo a Los Beatles, Tributo a Queen, Tributo a Take That, El humorista más gordo del mundo, El mayor imitador del mundo (as seen on the BBC, como afirma el cartel promocional), El doble tributo a Cher y Tina Turner, y la ubicua Sticky Vicky, que lleva su show por todos los bares de la ciudad.

Por cierto, descubrimos que existe un cierto sibaritismo respecto a este tipo de bares. Por lo que nos dijeron, el local más exquisito es la Morgan Tabern, para quien quiera pasar un fin de semana inolvidable en Benidorm.

Para sobrevivir a Benidorm, para aprovechar el viaje incluso, si uno no es un anciano modelo imserso, un hooligan o carne de despedida de soltero, es imprescindible pensar en todo esto y verlo todo con un filtro de ironía y también de buen humor. Si se consigue, sin duda, Benidorm se convertirá en un lugar diferente.

8 comentarios:

Reboliço dijo...

Ah! Que belo relato! Já tinha saudades de ler assim um pedaço da tua escrita...
Beijinhos e parabéns!

Ciudadano B dijo...

Y Benidorm se derrumbó y quedó hecho trizas en un post.

No he estado nunca allí, pero acabas de dejar constancia de lo que siempre me he imaginado.

Irónico Benidorm? Patético Benidorm.

Isabel Huete dijo...

Una descripción total y que conozco aunque no de Benidorm sino de Salou, que siendo otra cosa el personal parece el mismo.
De todas las maneras llevas razón: ante un monumento urbanístico disparatado como es Benidorm y la población que lo visita no queda otra que sonreír y tomárselo como un show que lleva repitiéndose toda una vida y sigue teniendo su público.
Un besazo.

Anónimo dijo...

Hola..Me llamo Laura y soy de Benidorm..
Lo mio no son las causas perdidas ni tampoco meterme en trifulcas con respecto a las opiniones personales de cada cual.
He nacido aquí, y pese a que cada cual ve las cosas a su manera, a nadie le gusta que le critiquen de donde vienes y donde te has criado.

Respeto tu opinion al máximo,pero no todo lo que cuentas es como lo ves..Es cierto que estamos destinados a un turismo parcialmente raro..Recibimos la visita de muchos extranjeros,pensionistas..Etc Te podria enumerar por clases el tio de turismo del que vivimos,porque vivimos de ello,pese que a ti no te guste o la imagen de Benidorm que tienes sea tan grotesca,para nosotros los que vivimos aqui todo el año es nuestra forma de vida, nos guste "si o si"..
Hay muchas maneras de disfrutar de la que es mi tierra,siento que a ti no te guste o te parezca lo peor que hayas visto,pero existen muchos lugares como Benidorm, y te aseguro que he visitado mas de uno que es peor que esto.
Pero no por eso debe ser criticado o tachado de la manera que aquí expresas.No todo son cosas malas..
El clima, el ambiente,los lugares,la gente..Son excepcionales dependiendo de la clase de persona que seas, es cierto que esta destinado al ocio y a la "juerga" pero Benidorm es así por mucho que te pese, y existe gente y mucha que aquí se siente agusto y lo disfruta, a su manera pero sí.

A mi me gusta donde vivo y acojo a todo aquel que viene a conocerlo, como habitante que soy,tampoco me gusta la aglomeracion que se monta en pleno mes de Agosto,pero hay quien no se puede permitir unas vacaciones de ensueño y elige esto para disfrutar..
Lo malo o la parte que tu explicas, a veces no lo hacemos los que vivimos aqui si no quien lo visita, y quien deja una huella buena o mala para dar una reputacion..y te aseguro que muchas veces el inconveniente es ese.

Hago este comentario sin ningun animo de lucro,pero si de verdad no se conoce una cosa a fondo no se puede juzgar así.Por muy malo que te parezca esto,es donde vive mucha gente y vive de lo que puede..Shows,Bares,Hoteles etc. Y eso debe un respeto.

Saludos

IF dijo...

Hola, Laura, en primer lugar, muchas gracias por tomarte el tiempo para escribir tu comentario, que se nota que está pensado y razonado.

Por supuesto, aquí todo el mundo puede dar su opinión (siempre y cuando ésta no sea vejatoria), y me parece muy bien que discrepes con el texto. De todos modos, y supongo que si sigues el blog podrás verlo a medida que vaya colgando más imágenes (¡tengo por lo menos treinta!), verás que tanto este texto como las fotos rebosan ironía. Se tiene que leer, y ver, con una sonrisa en los labios.

Benidorm es una ciudad tan respetable como las otras. Y, de hecho, yo me lo pasé muy bien en los días que estuve, pero también te puedo decir que lo disfruté porque sabía a lo que iba, sabía qué iba y qué no iba a encontrar, y quise enfocar el reportaje fotográfico como una visión irónica de la anatomía de una ciudad.

Aún así, todo lo que explico de Benidorm (los vestidos de los guiris, los tributos, los rascacielos) es cierto, está basado en la experiencia de la visita y está documentado con imágenes. No juzgo la ciudad, sino que me limito a dar mi visión (como la he dado de Barcelona o de Lleida, que son las ciudades donde he vivido), que en ningún caso es un análisis objetivo -lo que me parecería, por cierto, aborrecible. Fíjate que ni siquiera digo que sea una ciudad fea (digo que me cuesta mucho pensar que es así, que es otra cosa), que acabo el artículo diciendo que se puede disfrutar de la ciudad... y espero de verdad que puedas ver el resto de fotos del reportaje, porque sin duda habrá más de una que te guste. Y esto lo digo sin ninguna ironía.

Saludos!

Isaías

Anónimo dijo...

Hola Isaias:
Existe la libertad de expresión, y agradezco tu comentario.
Quizás el enfoque que has dado a tu texto se interpreta de la manera que se puede ver cualquier lugar destinado a lo vacacional.. Es cierto, que son muchos los comentarios destinados a Benidorm, y se te he de ser sincera a mi no es que me fascine el lugar, sé lo que es y donde vivo.

En ningun momento he tachado de ironia tu comentario con respecto a Benidorm, solo veo lo que suele decir la gente que visita esto.
Si tienes ocasión, y tiene una manera diferente de ver esto visitalo de nuevo..Me ofrezco de guía! jejejej

Saludos

Anónimo dijo...

Felicidades Isaias por tu bolg, me parece un relato acertado acerca de la ciudad de Benidorn. TU foto,en la portada, me recuerda mucho a un fotografo, que seguro conoceras, Martin PArr, el qual se basa en la muestra de sociedades y cultura en distintos lugares del mundo.

La fotografia nos ayuda a mirar con otros ojos, a los "otros", desconocidos que nos invaden, ocupan nuestros espacios sin preguntar y encima visten con indrumentaria que no entona con el decorado.
n.

IF dijo...

Muchísimas gracias por las felicitaciones, anónimo, porque además tu análisis es, de hecho, muy acertado: Martin Parr fue uno de mis referentes al fotografiar esta serie de Benidorm Monumental. Así que has hecho diana.

Un saludo y gracias por pasarte!!!

Isaías