Un grupo honesto

En la cocina. París, 2008. (Foto: Isaías Fanlo.)

Cuelgo esta foto porque me gusta mucho la luz que había en la cocina de la casa (impresionante) donde nos alojamos todos los del equipo en París. Jugué un poco con el contraste y con la oscuridad del lugar, además de buscar la composición simétrica con el eje en el fluorescente del texto. Una foto sencilla pero a mi juicio eficaz.

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Ayer Amaral sacó su quinto disco, Gato negro, dragón rojo, un doble CD con 19 canciones. En esta época de mp3, peer to peer, piratería y crisis económica general uno sopesa más que nunca si vale la pena o no comprar un disco, pero yo, que sin ser amante de la piratería sí me parece bien en casos de abuso, no me lo pensé dos veces a la hora de ir a la FNAC a comprármelo, ayer por la tarde. ¿Por qué hay que comprar discos como éste?


Tarde de domingo rara. Amaral, Gato negro, dragón rojo, 2008.

Hay varios motivos para comprar este disco de Amaral. Citaré algunos:

1) Es un disco, como todos los del grupo, lleno de canciones muy, muy sólidas (para los amantes del pop, claro). Si bien no es un disco tan redondo, a mi juicio, como Pájaros en la cabeza o Una pequeña parte del mundo, y aunque le falte una de esas baladas impecables que tiene el grupo como "Sin ti no soy nada", "Esta madrugada" o mi preferida, "Cómo hablar", tiene un conjunto de canciones preciosas, en las que no hay ninguna que esté de más. Detesto esos grupos que hacen un CD con cuatro buenas canciones y diez más de relleno.

Gato negro. Amaral, Gato negro, dragón rojo, 2008.

2) La calidad musical de Amaral es indiscutible. Es un grupo que cuida muchísmo las letras y también la música, que trabaja sus canciones a conciencia. Si Pájaros en la cabeza (2005, su disco anterior) apostaba por una orquestación más opulenta que alcanza un nivel altísimo en canciones como "Días de verano" o "En el río", Gato negro, dragón rojo prefiere un sonido más puro. La voz envolvente de Eva Amaral se escucha más que nunca, y las guitarras de Juan Aguirre adquieren un merecido protagonismo.

Kamikaze. Amaral, Gato negro, dragón rojo, 2008.

3) Las colaboraciones: para este disco, Amaral ha contado con la complicidad de artistas importantes. Destaca la guitarra de doce cuerdas de Peter Buck (REM), que desde Seattle ha dado un toque impresionante a "Doce palabras", una de las mejores canciones del disco.

4) Honestidad: Amaral no es uno de esos grupos que saca un disco en septiembre y en diciembre lo vuelve a sacar con tres temas más para vender más copias (y, de paso, fastidiar a los que habían comprado el disco antes). Son un grupo honesto que busca ganarse la vida con la música, pero sin abusar de sus fans.

5) Innovación: La promoción de Gato negro, dragón rojo ha sido impecable. Amaral ha permitido escuchar el primer single del disco, "Kamikaze", gratis desde su página, y también ofreció otro adelanto, "El blues de la generación perdida" en descarga gratuita desde su web. ¿Cuántos grupos permiten que los fans se descarguen sus canciones gratis? Además, desde hace unos días Amaral colgó todas las canciones (la mayoría incompletas, eso sí) para escuchar gratuitamente en su web. Esa generosidad les hace innovadores y justifica el precio del disco.

Biarritz. Amaral, Gato negro, dragón rojo, 2008.

6) Precios no abusivos: Gato negro, dragón rojo es un disco doble que se vende a precio de disco único. Además está disponible para descarga en la web por sólo 7'95 €, y encima te regalan fotos, material extra, y entras en el sorteo de entradas. Si un grupo que está consolidado en la élite musical de este país hace un esfuerzo como éste para acercarse a sus seguidores, se merece que estos hagan el esfuerzo de gastarse los ocho euros en comprar el disco.

7) Por último, ¡Eva es una lomógrafa (aficionada a las cámaras Lomo) de cuidado! Ya sólo por eso tienen mi simpatía.