jueves, 17 de abril de 2008

Emergiendo de entre la niebla

Camelot. Lleida, 2001. (Foto: Isaías Fanlo.)

Estamos en abril. Llueve, algo que se agradece en esta ciudad de trasvases polémicos y sol constante. No hace frío, pero sí refresca.

Así que, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid (y el Segre por Lleida), rescato de mi archivo de imágenes una foto que me gusta especialmente. La tomé, si no me equivoco, el 24 de diciembre de 2001. Diez días antes, el día 14, dos elementos meteorológicos habían caído sobre Lleida: el primero, una gran nevada, y el segundo, una niebla espesa que impedía que el termómetro marcara más de cero grados y que ayudaba a preservar el manto blanco sobre la ciudad.

Durante diez días, el termómetro no subió de cero grados, así que, de algún modo, todo quedó inmóvil como si el tiempo se hubiera congelado. El día 22 de diciembre, cuando acabé los exámenes de la universidad, tomé un tren y me planté en la ciudad. No recordaba el efecto sobrecogedor de la niebla espesa, que tiene algo de apocalíptico. Todo estaba en silencio ("un silenci de persianes closes", escribió el poeta local Màrius Torres, y ese silencio de persianas bajadas resume perfectamente lo que uno siente bajo la niebla), la ciudad parecía un decorado casi absurdo.

Dos días después, me levanté temprano, para tomar fotos con mi "vieja" Nikon F65. Quería retratar la ciudad nevada. Y cuando andaba por la estación, me di cuenta de que, finalmente, la niebla se estaba levantando (en catalán tenemos una bonita expresión para eso: "escampar la boira", que también se usa como frase hecha que equivale a irse de un sitio). Recordé que tenía un amigo que vivía en un noveno piso, justo al otro lado de la estación, así que, corriendo, fui hasta su casa y le pedí que me dejara subir para tomar una foto desde la terraza. El resultado es el que publico aquí: el casco antiguo de la ciudad como testigo de un castillo que emerge de entre la bruma.

Me gustaría dedicar este post a Isabel Huete, que me ha dedicado una entrada hermosísima en su bitácora. Muchísimas gracias, Isabel, es un honor para mí (no sé si merecido, la verdad) .

3 comentarios:

Isabel Huete dijo...

Jo, Isa�as, no pod�as haberme dedicado una foto mejor. La nieve y la niebla son dos de los fen�menos de la naturaleza que m�s me gustan, y juntos ya ni te cuento. Una mirada preciosa sobre L�rida (o Lleida), ciudad que conozco bastante porque viv� 11 a�os en Tarragona y la visit� varias veces. Nunca la hab�a visto, ni imaginado, as� y me produce mucha nostalgia, de la buena, de la que calienta el coraz�n.
Gracias a ti, y piensa siempre que todos nos merecemos todo desde el momento que tenemos un coraz�n que late.
Besazos, poeta de la fotograf�a.

John Milton dijo...

Lamentablemente no podemos decir lo mismo. Mirá lo que nos pasa por aquí abajo en http://criticadiaria.blogspot.com
Saludos!!

senses and nonsenses dijo...

a mí me gustan las imágenes de los tejados desde las azoteas.

un abrazo.