Isabel Núñez. Barcelona, 2007. (Foto: Isaías Fanlo.)
Hace unos días nos dejó Isabel Núñez. Pese que hacía mucho tiempo que no hablábamos, la noticia me tocó profundamente. Por mucho que lo hablara con conocidos y amigos, me costaba aceptar que aquello estuviera sucediendo realmente. Después,
Habíamos sido vecinos durante ocho años, en Sant Gervasi, en Barcelona. Ella en el ático primera, yo en el ático segunda. Nuestras terrazas comunicaban, y su gata Gilda podía pasar de casa en casa. Con el tiempo, aislamos las terrazas, pero tanto Gilda como Misha y Pelota, que llegaron más tarde, aprendieron a pasar de casa en casa.
No voy a contar un montón de anécdotas (me guardo algunas para mí o para la gente con quienes las comparto), ni tampoco voy a resumir aquí sus méritos como traductora, crítica literaria, y su despunte como escritora en estos últimos años (aquí se pueden leer). Fue ella quien impulsó la campaña por la salvación del histórico azufaifo de la calle Arimon, empeñada en salvar el árbol por encima de la voluntad del Ayuntamiento. ¡Y menuda una montó! Recuerdo la fiesta popular en los alrededores del Mercat de Sant Gervasi, en la Plaça Joaquim Folguera. Lecturas poéticas, conciertos, manifiestos, degustación de dulces de azufaifo... Un apoteosis de ciudadanía en un barrio poco acostumbrado a este tipo de reivindicaciones.
Encuentro con Gilda. Barcelona, 2004 (Foto: Isaías Fanlo) |
Pasaron los años. Yo me fui, finalmente, de Arimon, y guardé mi vida de entonces en el pasado.
En una de las últimas conversaciones que mantuve con ella, por email (ya digo que hacía tiempo que no nos veíamos), hablamos de morirse. Gilda se había ido, y ella quería hacerle un homenaje. Recordaba, de cuando vivía en Arimon, una foto que había hecho al poco de llegar Misha a casa. Mi gata, de apenas tres meses, curioseaba por todas partes, y Gilda andaba mosca y la vigilaba siempre que podía. Un día capté uno de esos momentos: Gilda asomando la cabeza por un agujero de la terraza sin quitarle el ojo de encima a Misha. Isabel me pidió esa foto, y estuve buscándola porque no recordaba en qué disco duro la había metido. Mientras, estuvimos hablando de lo complicado que era despedirse de aquellos seres que han pasado por nuestra vida. Parece una broma del destino que ahora tenga que hacer precisamente eso.
Tampoco quiero añadir nada más. Bueno, sí, quisiera citar a Patti Smith: "It’s important for us to realize that our dead never leave us. They travel with us even after they’re gone." Es importante que nos demos cuenta de que nuestros muertos nunca nos dejan. Viajan con nosotros incluso después de marcharse.
En fin, descanse en paz.
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